Falsos Accidentes

Queremos hacernos eco de esta noticia del diario sur en Málaga sobre la estafa en accidentes de circulación para cobrar indemnizaciones de las compañías de seguros. A continuación os queremos dejar el artículo completo para que veáis la organización criminal que se montaron los detenidos.

Nosotros como peritos debemos ser profesionales honestos y con una ética intachable, y si reconocemos estas prácticas debemos ponerlas en conocimiento de la compañía de seguros, de nuestro cliente, ya sea el afectado o sea el causante, debemos darle valor a nuestra profesión.

Entre él y su cuñado, apoyados por su círculo más íntimo, montaron una trama que supuestamente acabó estrellando coches de alquiler contra vehículos de transporte público para cobrar el seguro. Así lo consideran los agentes del Cuerpo Nacional de Policía que han desmantelado esta organización, en la que el principal investigado habría llegado a participar en una docena de siniestros entre abril de 2015 y enero de 2018. Según las fuentes consultadas, el nombre del que es considerado líder de la trama junto a su cuñado (ambos españoles y vecinos de la zona de Carretera de Cádiz) aparecía de una forma u otra en una docena de los 21 accidentes en los que se han centrado los investigadores, que son los que tuvieron lugar en el periodo citado. De forma directa o indirecta, supuestamente, estaba implicado. Al respecto, las fuentes explicaron que el investigado aparecería como conductor u ocupante en vehículos que habían resultado siniestrados. Pero también como arrendador de algunos de los coches que se emplearon para simular accidentes de tráfico, bien con particulares o vehículos de transporte público, aunque él no fuese en ninguno.
Y es que poco a poco, los principales investigados, junto con su círculo más íntimo, fueron tomando distancia de los siniestros y ya no aparecían como ocupantes de los vehículos, sino como las personas que arrendaban los coches que sufrirían el percance. La razón, siempre según las mismas fuentes, es que las aseguradoras comenzaron a sospechar de ellos y dejaron de cobrar con inmediatez las indemnizaciones, ya que las entidades estudiaban con lupa sus casos.
Aun así, igual que hacían desde un primer momento, supuestamente cobraban una parte del dinero que las empresas aseguradoras entregaban a las presuntas víctimas de los siniestros. De hecho, los investigadores creen que el cuñado del otro principal investigado participó en media docena de accidentes, llegando a comprarse un coche de segunda mano gracias al dinero que percibió de la trama.
En concreto, con los 21 accidentes de tráfico se habrían llegado a percibir de las aseguradoras unos 260.000 euros, tal y como adelantó ayer este periódico. Bautizada como ‘Mirlo’, la investigación se ha saldado, por el momento, con 82 detenidos que, según las pesquisas, funcionaban como una organización criminal con una estructura de escalones propia de las estafas piramidales: había unos presuntos autores intelectuales (los dos cuñados), rodeados de su círculo más íntimo (la madre y la hermana de uno de ellos, que era la novia del otro), quienes recurrían a amigos de amigos para abrir cada vez más el cerco.
Así, iban sumando actores a la treta, aumentando la cifra de indemnizaciones y, con ellas, el montante a repartir. No dudaban en incluir a menores en los accidentes; entre los arrestados hay una decena, o al menos lo eran cuando sucedieron los hechos. El objetivo supuestamente era implicar al mayor número posible de personas en los accidentes para multiplicar la cuantía de las indemnizaciones a repartir.
El origen de la investigación está en un informe que el Grupo de Investigación de Accidentes y Atestados de Tráfico (GIAAT) de la Policía Local remitió a la Comisaría Provincial. En el escrito se alertaba de que se había detectado una serie de siniestros ocurridos «con regularidad» en los que se encontrarían implicadas personas «reincidentes». Los Grupos I y II de Delincuencia Económica de la Policía Nacional se pusieron a trabajar entonces en el tema.
Los investigadores se centraron en los citados 21 accidentes y solicitaron toda la documentación de los mismos a la Policía Local, las aseguradoras o empresas de alquiler de vehículos, entre otros. Así fue como empezaron a aparecer los mismos nombres y a establecer relaciones entre ellos. Todos los siniestros seguían el mismo guión: daños materiales por alcance en un semáforo o una rotonda, con lesionados leves (el clásico latigazo cervical) y entre coches cargados de pasajeros.
Los agentes lograron hilvanar el modus operandi empleado por la red: los investigados supuestamente iban ganando confianza en el método e implicando cada vez a más gente. Habrían comenzado simulando accidentes que se resolvían con un parte amistoso, sin intervención de la Policía Local. Posteriormente, empezaron a tener siniestros entre coches de rent a car alquilados por los investigados, casualmente, con la modalidad de seguro con mayores coberturas. La última evolución, a juicio de los agentes, fue provocar accidentes entre turismos que previamente alquilaban y vehículos de transporte público, como taxis e incluso contra un autobús de la Empresa Malagueña de Transportes (EMT).

Fuente: diariosur.es/malaga

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