¿Cómo debe actuar el perito en un Juicio? Te mostramos las claves

Ratificar ante el Juez o Tribunal por primera vez es algo que nos puede dar un poco de vértigo, por eso o queremos dar algunos consejos para que ese primer encuentro sea más ameno.

Por “ratificar” entendemos según el Diccionario de la Real Academia Española: “aprobar o confirmar actos, palabras o escritos dándolos por verdaderos y ciertos. Se trata, en definitiva, de una labor de autentificación que es posterior al juramento o promesa de objetividad”.

La intervención de los peritos en los juicios y vistas se regula en el artículo 347 LEC.

Las partes pueden solicitar o no la intervención del perito mediante escrito, en ese escrito podrán solicitar las siguientes actuaciones:

• Exposición detallada del dictamen pericial

• Explicación de una parte o del dictamen en general.

• Respuestas a preguntas u objeciones

• Respuestas a peticiones de ampliación del dictamen pericial a aspectos relacionados o conexos.

• Crítica del dictamen pericial por parte del perito de la contraparte

• Formulación de las tachas que pudieran afectar al perito:

1. 1. Ser cónyuge o familiar de una de las partes o de sus abogados o procuradores (consanguinidad o afinidad dentro del cuarto grado civil).

   2. Poseer interés directo o indirecto en el asunto en cuestión.

   3. Estar o haber estado en situación de dependencia con alguna de las partes o con sus abogados o procuradores.

   4. Tener amistad íntima o enemistad con alguna de las partes o sus abogados o procuradores.

   5. Cualquier hecho acreditado que haga desmerecer la profesionalidad del implicado.

Por lo tanto deberemos acudir al acto de juicio o vista si hemos sido solicitados por alguna de las partes o su misma señoría.

• Estructura con coherencia la explicación de tu informe realizado previamente y haz un esquema de las partes importantes.

• Cuida tu imagen. Vas a ser el foco de todas las miradas durante unos minutos.

• La importancia del lenguaje gestual. Entra en la sala con decisión pero sin arrogancia. No escondas la mirada, ni seas desafiante. Lo ideal es que consigas dar una exposición oral sin nervios, pero si no lo consigues, al menos evita transmitir que lo estás.

• Espera a que te den la señal de salida. No empieces a leer hasta que te lo indiquen, entre otras cosas porque podría ser que alguno no esté preparado y no te escuche desde el primer momento.

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